Sueño vigil dirigido. Una experimentación onírica
“Sabido es que, en los sueños, nunca se ve el sol, a pesar de que se tenga, muchas veces, la percepción de una claridad mucho más viva. Los objetos y los cuerpos son luminosos por sí mismos”. Gérard de Nerval
En el sueño vigil dirigido no hay interrupciones, Zeller cae libremente en el ensueño y es variable el tránsito entre sueño y vigilia. Los sueños, conforme avanzan las sesiones, son más duraderos; las intervenciones de Lola se convierten en una voz que se integra a un místico cosmos fuera del tiempo. La primera versión corresponde al registro del terapeuta durante la sesión. La conversación onírica entre Zeller y Hoffmann es un ejercicio de transcripción directa de imágenes extraídas del inconsciente. La segunda comprende los relatos escritos por Zeller. Él plantea que para escribir sueños en un primer esbozo es indispensable una completa sinceridad y sencillez en la escritura.