Page 55 - El oro caníbal y la caída del cielo
P. 55
EL ORO CANÍBAL Í I Bruce Albert
caza ni pescado sólo le gusta la manteca de los Yanomami Xawarari como bien se puede imaginar tiene la apariencia de de de un hombre blanco y todos los detalles de de de sus macabras expediciones subrayan esta identidad: tiene secuaces para capturar a a a a a sus víctimas les les corta el el cuello con un cuchillo les les arranca la la piel para hacer una red las fríe en grandes hornos de de fariña arroja las entrañas a a a a a a a a a a a a a á sus perros de caza asa los cadáveres y los guarda en en cajas de de de madera o o o en en latas de de de conserva La figura de los blancos como espíritus caníbales omnipresente en en la la Amazonía atormenta la la imaginación yanomami sobre el contacto interétnico desde sus orígenes a a a a través de de de diversas transformaciones simbólicas y según distintos grados de literalidad Tiene sus raíces en en una concepción tradicional de la otredad ontológica y social formulada en términos de relaciones de predación también clásica en l la región (Albert 1988) No volveré aquí a a a este punto sólo me detendré en en en el enigma que subyace en en en este sistema un enigma que la insistente metáfora de de de los los caníbales blancos —retomada sin tregua desde los los primeros contactos realizados a a a a a a a a a a la la sombra de las manufacturas patógenas— intenta resolver El término Matihipë aplicado hoy esencialmente a a a a a los objetos de los blancos en en el pasado refería específicamente adornos de de plumas y huesos de de los muertos (o calabazas
55