Page 65 - El oído chamánico
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 EL OÍDO CHAMÁNICO I Serge Pey / Patrick Quillier / Enrique Flores piloso, carne, huesos, líquidos, órganos y sistema nervioso) la materia de un despedazamiento generalizado, al término del cual todos los elementos mondados no dejan de estar menos vivos y susceptibles de asociarse enseguida a voluntad los unos con los otros, según combinaciones infinitas. La carnicería sublime que es tan a menudo la obra de Serge Pey no pasa, entonces, por la fase de descuartizamiento sino para reajustar e injertar los fragmentos en un nuevo orden y según asociaciones inesperadas, y ello si se considera sobre todo que otros elementos distintos a los extraídos del cuerpo humano vienen a agregarse a esa danza de vida. Tenemos ahí una versión salvaje del solve et coagula de la alquimia occidental. Los injertos polimorfos, tan abundantes en esa obra, son otros tantos testimonios de ese auténtico trabajo de parto. El oído es particularmente capaz de acoplarse a otras partes u órganos del cuerpo, o a fundirse con ellos. Su asociación con el ojo, mencionada aquí ya más de una vez,52 no es privilegiada, 52 He aquí otros ejemplos, desordenados y al azar: “Te traigo un oído del / ojo / oh Kieraka // Tú que vigilas el interior / del peyote // Tú que le hablas al / hombrecito que ríe / en el peyote \\\\\\\[...\\\\\\\] // Tú que eres / el oído que habla / en el ojo” (Nierika: “Poema dedicado a la lagartija en el camino al desierto” / “Poème dedié au lézard sur le chemin du désert”; 20 de noviembre de 1985). “Pega tus oídos a tus zapatos / Escucha a tus ojos” (recital de junio de 2003). “Toda voz es una bola / en la boca // Cuando la oímos / volteamos / los oídos para ver al niño / que tenemos dentro” (recital de junio de 2003). “El poema es un oído / y no una boca  65 


































































































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