Page 62 - El oído chamánico
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Serie Adugo biri I 9 la estrella como luz y la estrella como música, lo que justificaría la expresión “oído de ojo”. El contacto del hombre —así dotado e intencionado— con la estrella no podría hacerse sin violencia, a la manera de una colisión interestelar. Ahora bien, ¿qué se tritura en un mortero? Además de especias y otros ingredientes culinarios, toda clase de materias de las que pueden obtenerse medicamentos, o también los elementos necesarios para operaciones químicas o alquímicas. La última estrofa del poema diría a la vez lo que hace el poema (y tal vez todos poemas de Serge Pey) y lo que hace el poeta que hace el poema (utilizando su oído chamánico): entrelazando el baile flamenco, la tauromaquia y el poema, el poema funciona, en efecto, no sólo como un baile flamenco o una faena sino también como un mortero en el que se trituran, para mezclarse mejor, todos los elementos convocados ahí. Todo hombre dotado de un oído capaz de ver una estrella y de un ojo capaz de oír música es, a la vez, un bailador de flamenco, un torero, un poeta... y un chamán; la alquimia de la palabra que compone el poema es también la alquimia de los gestos que animan el baile y la corrida, pero también la alquimia que preside la elaboración de la clarividencia-clariaudiencia. Lo que, para concluir, nos autoriza a abordar —tal como pueden ser pensados a la luz del oído chamánico— los lugares respectivos del cuerpo y de la música en el poema de Serge Pey, así como en su realización bajo la forma de la performance. 62