Page 56 - El oído chamánico
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Serie Adugo biri I 9 anticipo del surgimiento del acúsmata paternal. Una observación de Mario Mercier pone además el acento en esa interacción entre el adentro y el afuera: “Aunque un silbido intenso colma mis oídos, escucho todo, pero lo que escucho no viene del exterior. Ese ruido nace en el interior de mí mismo. Como si se arrastraran piedras en el fondo del agua” (Zolla: 163). Podría decirse que, entre los instrumentos predilectos de un poeta tan cercano a los chamanes, existe uno que podría ser el emblema de su oído consagrado bajo las especies del agua, y ello no solamente a causa de su similitud de forma con uno de los elementos del sistema auditivo, la cóclea: se trata del caracol, ya sea la concha que se aplica contra el tímpano para escuchar el ruido de mar que produce el paso de la sangre en las sienes, o la concha con la que Serge Pey dice a veces algunos de sus poemas.42 Observemos que el caracol, a través de sus distintos usos, permite la participación de varios elementos: está emparentado con la materia mineral; ofrece a la escucha, a la vez por conducción aérea y por conducción ósea, el rumor de un flujo líquido, y sirviendo al mismo tiempo de portavoz y de apagavoz, es el receptáculo paradójico de un torbellino pneumático. Todas 42 “Cuando utilizo la gran concha de mar, tengo que respirar al mismo tiempo que digo mi poema, y provoco así una sobreoxigenación del cerebro que me conduce a un estado próximo a la alucinación” (La lengua arrancada o la poesía oral de acción / La langue arrachée ou la poésie orale d’action). 56  


































































































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