Page 44 - El oído chamánico
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Serie Adugo biri I 9 aventura y una ascensión hacia algo que sería como la sexualidad del universo” (La lengua arrancada o la poesía oral de acción / La langue arrachée ou la poésie orale d’action). En esa “aventura” y “ascensión”, exclamaciones, onomato- peyas, anagramas, palíndromos, tartamudeos y otras anamor- fosis de la palabra forman parte de la gramática generativa del poema, y de su realización performática, a fin de permitirle acordar los oídos con el del mundo. Es el lenguaje humano mis- mo el que se dota en el poema de un oído chamánico, donde recoge, para transmitirlos, todos los otros lenguajes. Las tradi- ciones chamánicas conocen todas ese dispositivo, que autoriza a veces a hablar de verdaderas glosolalias. Traigamos, por ejem- plo, a la memoria los informes transmitidos por Mircea Eliade: “Durante la sesión, el hala \\\\\\\[chamán\\\\\\\] de los pigmeos semang ha- bla con los chenoi (espíritus celestes) en su lengua; cuando sale de la lucha ceremonial, pretende haber olvidado todo. Entre los mentawei, el maestro iniciador sopla a través de un bambú en la oreja del aprendiz, para hacerlo capaz de oír las voces de los espíritus” (Eliade, 1974: 91). Descifrar los lenguajes secre- tos, y luego articularlos a su vez, requiere muchas capacidades auditivas específicas que no pueden adquirirse sino al término de una paciente y larga iniciación. Si el mundo puede recibir una especie de coherencia, es cuando nos hemos vuelto capaces de oír y reproducir todos los lenguajes que nos rodean, y en primerísimo lugar, el lenguaje de los animales: “Y afuera escu-  44 


































































































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