Page 37 - El oído chamánico
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 EL OÍDO CHAMÁNICO I Serge Pey / Patrick Quillier / Enrique Flores Y la tierra estaba sola hasta convertirse en toda la tierra” (Los afiladores de cuchillos / Les aguisseurs de couteaux: 84). Hay que señalar también que las palabras del muerto parecen no suceder a la ceremonia de las libaciones, sino arrastrarla, desencadenarla, una vez que el oído acusmático las ha percibido. En otra parte, es precisamente la música humana, rito de evocación y de invocación de los más eficaces, la que va a responder al acúsmata de ultratumba: “El guitarrista escucha la muerte / que baila / en el interior del féretro / como un tambor” (Los afiladores de cuchillos / Les aguisseurs de couteaux: 49). La muerte, en efecto, da el ritmo sobre el que el guitarrista podrá improvisar, y el cantador también, llamado de otro modo el poeta. La más bella y la más conmovedora de esas nekuias es el largo poema titulado “Reunión sobre la tumba de la Joselito” / “Réunion sur le tombeau de la Joselito” (Los afiladores de cuchillos / Les aguisseurs de couteaux: 35-41), que evoca la común presencia de la sepultura de la bailadora flamenca Carmen Gutiérrez, llamada La Joselito, y de un grupo de sus amigos cercanos, artistas y músicos (Juan Jimena, Mariano Zamora, José Mena, Pepe Montealegre, Pero Soler, Santiago Cozar, Isabel Soler, Bernardo Sandoval, Salvador Paterna, Vicente Pradal, Antonio Ruiz y Serge Pey mismo). Un estribillo recorre el texto, señalando también la presencia de “alguna cosa” misteriosa, sin origen asignable ni lugar particular, versión singular de un no-sé-qué a la Jankélévitch o de un precursor sombrío a la Deleuze, en breve, una  37 


































































































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