Page 34 - El oído chamánico
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Serie Adugo biri I 9 de tierra destripado por los bulldozers de donde sale la voz de Martín Elizondo recitando poemas” (Los afiladores de cuchillos / Los aguisseurs de couteaux: 15).18 Hay, sin duda, que insistir en ese lazo. Los acúsmatas no están sólo presentes en Nierika y en los momentos en que los otros poemas de Serge Pey realizan ceremonias de evocación, invocación o convocación de voces o cantos abolidos. Pues las disposiciones acusmáticas del oído chamánico aprovechan la menor ocasión para mostrar todo su poder, y abundan las anotaciones, a todo lo largo de su obra, que dan cuenta de ello. La ocasión es a veces es un paisaje cuyas metamorfosis son propicias a la percepción de todo un desbarajuste a la vez cósmico y familiar: “En el cielo a veces escucho ladridos ahogados sobre el contracuerpo de las nubes. Ruidos de gallos y caracoles. Ruidos de zorros y relojes” (La dirección del granizo / La direction de la grêle). También puede ser suscitado por el llamado en la memoria de situaciones de tensión extrema, escenas de opresión y de violencia: “Escuchábamos el grito de un viejo toro que los guardias interrogaban bajo los garfios de la sala” (Los afiladores de cuchillos / Los aguisseurs de couteaux: 77). La figura del toro encerrado en su prisión es, por cierto, recurrente. A la efervescencia despreocupada, probablemente frívola, de 18 “Conversación con Ramiro Oviedo” / “Entretien avec Ramiro Oviedo”. 34