Page 549 - El cerebro ritual
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EL CEREBRO RITUAL I I Gabriel Weisz
placeres y y angustias y y si si uno muere le sigue el otro Es mediante el el animal totémico que los individuos adoptan el el doble cósmi- co que los habilita para su participación en en el mundo la gente no puede matar o o o o o consumir animales totémicos Otra creencia similar es es la la que comparten los campesinos de Sudán en en Etio- pía y Kenia según la cual los jóvenes deben escoger un animal favorito por el el cual sientan especial afecto pero el el vínculo no es es es tan estrecho como el el que se establece con el el animal totémico (Thomas 1977: 47-48) Como quiera debe destacarse que no podemos trazar una analogía directa entre los animales totémi- cos cos o o o o o o o o o domésticos y Loplop porque el acto de de devenir animal no es tan relevante para una una versión ficticia de una una imagen interior como para una asociación entre el el humano y el el animal tan pro- fundamente arraigada a a a a a a a a a á a un un estilo particular de vida Más aún los animales ficticios cobran una una relevancia de una una naturaleza distinta pues pertenecen a a a a a la la relación entre imagen psicológi- ca ca imagen imagen mental e e e e e e e imagen imagen pictórica aunque este conjunto no convence pues el mismo sistema de diferencias nunca obe- dece a a a a a a á lo que uno quiere y tal vez se acabe relacionando más con un un aura cultural que engloba en en en una sola imagen del animal las diversas situaciones y los distintos contextos en el que éste vive Otro factor a a a a considerar es es que el cuerpo ficticio es es ajeno al cuerpo mágico dado el el contexto de de fingimiento del primero y la dependencia orgánica entre entidades en en en en en el caso de de de de un animal totémico 549

































































































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