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Este repositorio tiene el objetivo de concentrar, de manera ordenada y sistemática, los resultados de la documentación en campo de
materiales orales en todas las lenguas habladas en México: no sólo el español y las lenguas que hablan los pueblos indígenas, sino también una serie abundante de
lenguas que se hablan en el mismo territorio como resultado de distintas migraciones. Su propósito es permitir la consulta de esos materiales no sólo a especialistas
de diversas disciplinas, sino también a las distintas comunidades en las que se documentaron.
El archivo de materiales sonoros, videográficos y textuales al que se puede acceder desde esta plataforma electrónica se ha construido colectivamente.
Reúne el trabajo de muchos documentadores que, por diversos motivos, se han encargado en distintos momentos de la historia de registrar las narraciones,
los cantos, los gestos y la memoria hablada de las personas en México. Pero también es una construcción colectiva porque sin todas esas voces y todas esas
personas este material no existiría.
Fragmentos aleatorios de Actos Comunicativos
Daniel: ¿Cómo estuvo?
Arturo: O sea, son cosas que no, por decir, como antes decían así, por decir, mi mamá que siempre, casi todos los días, que le hablaba el muerto, le hablaba el muerto ¿verdad, Gela? A ella a las, a las siete de la noche ella que:
–Ay viene, ay viene. Ya llegó.
Y que la madre, y de repente empezaba a hablar como en otras lenguas, si, no se le entendía ¿veda?
Angelina: No.
Arturo: Hablaba en otras lenguas, o sea, bueno, que ella no sabía otro idioma. Vamos a decir que la que al ultimo, al ultimo la que hablaba poquillo era mi abuelita, ¿no? [si] que de allá de los, este, tarascos.
Angelina: Tarascos.
Arturo: Mjm, porque, pues, allá vivía mi tía Trine. ¿Si era Trine o quién? [mjm], eh, y de, yo creo que de cuando iba pa allá o así que, que aprendió o así pero era la que hablaba medio así, tarasco [aja], pero mi mamá, mi mamá no sabía otro, otra lengua, ¿veda?
Angelina: No, nada.
Arturo: Pero, has de cuenta, el idioma de nosotros, pero, haz de cuenta, como las siete, siete, ocho, no, como a las siete ya empezaba ella y ya nomás a veces nomás decía “ya viene, ya llegó este cabrón” y la madre. y haz de cuenta que se iba, o sea, como si le diera ataques pero empezaba ella, verdad Gela [si], tenía uno que agarrarlo de las manos, de las manos o, porque ella sentía, haz de cuenta como que se… pues yo digo, a veces como yo la miraba, haz de cuenta como si se posesionara algo de ella porque tenías que agarrarla de los, de las manos y [muy fuerte], si, y a veces como que se mordía, verdad, Gela.
Angelina: Se sangraba la…
Arturo: Ejé, sí y de repente empezaba a hablar, a hablar, este, pero en, como en otras lenguas, o sea, tú no, tú no la entendías. Tu no la entendías y empezaba ella hable y hable y hable en otra lengua, sabe. Ya pasa rato y así ya se com… haz de cuenta que ya se le pasaba.
Angelina: Pero acababa cansada.
Arturo: Si. Ya se le pasaba. Pues ya se dormía uno aunque fuera, pero, este, pues ya:
– No, pues que me dijo que el dinero está en tal parte, que me dijo que está en tal parte, que, pero que tengo que ir sola o que tengo que ir con quién sabe quién o así.
Siempre, pero, o sea.
Daniel: Le ponía condición.
Arturo: Si, te digo, a veces que le decía:
– Me llevo esto, te voy a poner de señal esto.
Angelina: Que se llevó su rebozo.
Arturo: Haz de cuenta como un rebozo o algo, o sea:
–Te voy a poner de muestra a donde va a estar [mjm]. Allí onde está esa, allí, allí es donde está pa que empieces lo saques.
Pero te digo, o sea, quién sabe.
Sara Flores Rodríguez
Daniel: ¿Sabe como se lla… si tienen nombre las islas?
Sara: Las islas si. Que las palmas, que San Pedro y, deste, el otro ¿cómo le dicen? Ni me acuerdo. Son como tres que se ven, si verdad, son tres. Las palmas, San Pedro y… no me acuerdo el otro, la otra isla cómo se llama, no me acuerdo, ¿Tu no sabes?
Daniel: ¿Cuál isla? No. No, pues nunca las…
Karina: Las burras.
Sara: Las burras.
Daniel: ¿Cuál es, este, cuál es cuál? Es que si, le digo que no, ya ni las mencionamos.
Sara: Ya no sabes. ¿Las qué?
Daniel: Las palmas.
Sara: Las palmas, este, es el de enmedio [ajá] el que está más grande [si], es las palmas y la que luego se mira que es la de acá [00:27:29] como más extendida y la otra es San Pedro. Es la que se ve más, ya ahorita no tanto, se ve más, se ve más angosto, más altito. Es ya yo creo todo.
Daniel: ¿Y nadie ha vivido allá?
Sara: En las Palmas nomás vivió don Carmen Flores, don Carmen Flores, pues [mjm]. Dicen que ahí vivió, ahí vivió con su familia un tiempo en las Palmas pero ya después no.
Daniel: Después se vinieron para acá.
Sara: Mjm.
Daniel: Quién sabe cómo le harían.
Sara: Sabe, pues andar en canoa y llevar su mandado de acá, de acá llevaban su mandado yo creo. Si, yo creo, siempre no funcionó, mejor se vinieron. Sabe por qué se irían, pues, para allá.
Eliazar Morales Reyes
Berenice Araceli Granados Vázquez
ELIAZAR: Así también como, que antes pues espantaban aquí a los… borrachos y que los espantaban pues [ajá]. Pero realmente de que yo me acuerde a nosotros pues pus no, nuca nos ha pasado pues, que nos haya espantado o así.
BERENICE: ¿Y cómo los espantaban? ¿quién los espantaba o qué era?
ELIAZAR: Que… decían ellos que… así pues ya tomados, que los agarraba siempre los agarraba tomados, y que… pues los llevaban así pues de… como que les hacían señas: “vénganse pa ca”. Y… y que ellos pues ya, los borrachos pues iban caminando y que di… de ahí se perdían pues no sé. Ya en buen rato y aparecían, pero ya que ya, así todos llenos de sangre y así pues [mjm]. Eso nos comentaba a él, que a eso le había pasado a él [mjm]. Por eso nos, nos decía a nosotros: “ustedes no anden tomando porque un día los van a perder por ahí o un día los avientan al agua y si hay allí… pues ya borrachos pues cómo se van a acordar”.
BERENICE: Sí.
ELIAZAR: Y por eso pues nosotros, casi pues no toma uno, no porque no quiera uno por eso, pero, por la enfermedad o algo así [mjm]. Pero sí nos contaba pues, muchos, muchos cuentos [mjm]. Sí.
María Amalia Nolasco Vargas
Amalia: Entonces ustedes magrugan [risas].
Adela: Y luego como vamos al ensayo [en la noche] de la pastorela en la noche ya nos regresamos bien tarde a la casa.
Amalia: Sí, ¿vedá? [mjm][sí vamos...] a veces se acaba como a las 11, ¿vedá? [Mjm, sí].
Georgina: Otra vez la canción de La Llorona [mjm].
Adela: Yo dije: “No, pues si hay una canción, ha de ser que se aparece” [ríe], [mjm].
Amalia: Así namás hacen.
Adela: De la que nos habían contado era de..., la Miringua.
Amalia: Ah, sí. Hay huarachitas que así nomás van a caminar y caminar, y dicen: “No me acuerdo dónde es que iba”.