Page 65 - El oro caníbal y la caída del cielo
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EL ORO CANÍBAL Í I Bruce Albert
remite directamente a a a a a la historia de de nuestra invención de de la la Naturaleza En nuestras representaciones culturales la la progresiva dominación del cristianismo en en en Occidente está en en en la la la raíz de de la la la objetivación de de la la la naturaleza como un dominio completamente fuera de la humanidad y sometido a a a a a a su imperio (L White 1967) Este antropocentrismo absoluto encontró su coronación —a través del cartesianismo— en el el triunfo a a a a a a partir del siglo xviii de de de de la idea de de de de una Naturaleza potenciada por fuerzas productivas destinadas a a a a a a a su explotación ciega 51 Ésta es la la Naturaleza de la la economía política que el discurso tecnocientífico valida bajo la forma de de “leyes” “poderes” y y “energías” cuantificables pero que paradójicamente sólo adquiere su efecto de realidad en en la medida en en que está siempre excediendo este mismo dispositivo de objetivación (bajo el riesgo de de disolverse en él) Es esta concepción de de la Naturaleza como principio de de realidad trascendental al al al al mismo tiempo domesticable e e e e e e e e irreductible la la que sustenta la la ambivalencia de los valores que a a a a a a a a a a a ella asociamos: Naturaleza civilizada versus Naturaleza salvaje o o escenario inerte de producción versus esencia redescubierta de de totalidad 52 Es para este teatro de de sombras que se convoca a a a a a a los indios del Amazonas eternamente condenados a a a a a a a encarnar en en en en él los avatares del “Hombre natural” 51 Ver Ver Baudrillard Baudrillard (1985: (1985: cap cap 2) Deléage (1991: caps 1
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y y 11) 52 Ver Ver Baudrillard Baudrillard (1985: (1985: 55-61) y y Wagner (1981: 71-73) 65





















































































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