Page 22 - El oído chamánico
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Serie Adugo biri I 9 Se exacerba claramente en Dixon y en Havelock Ellis, para quien el más ligero ruido parece agrandarse en proporciones considerables” (Rouhier: 306). Subrayemos que, “exacerbado” o “menos fino”, en ambos casos el oído es más eficaz \\\\\\\[performante\\\\\\\] por más abierto. Podríamos citar varios ejemplos pero nos contentaremos con darle la palabra a Marino Berzi, que vivió varios meses con los huicholes, a quienes Pey, precisamente, conoció de cerca: La acción de los alcaloides sobre los centros cerebrales aumenta la agudeza de los sentidos; los objetos que entran en el campo visual adquieren una luminosidad y una claridad notables, los colores y los relieves se acentúan y el oído se vuelve muy sensible a los ruidos más mínimos, a los más mínimos sonidos \\\\\\\[...\\\\\\\]. Poco a poco, el sujeto entra en una segunda fase de la intoxicación, en la que predomina una rica gama de ilusiones y alucinaciones de la vista y del oído (Berzi: 306). Encontramos en los poemas de Serge Pey notaciones auditivas que corresponden netamente a la fase de la hiperestesia, como si la experiencia del peyote proveyera al derrotero poético de una escena paradigmática que cada poema reiteraría a su 22