Page 154 - El oído chamánico
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Serie Adugo biri I 9 huichol que habla a la perfección el español de los mestizos y conoce a fondo un número considerable de mitos y ceremonias (353). Hasta los treinta y cinco años —ahora es un hombre de cuarenta y cinco— hizo la vida de un campesino huichol. Vivía de su coamil y en la temporada de secas iba a la costa \\\\\\\[...\\\\\\\]. Allí conoció a los frailes franciscanos de la basílica de Zapopan, que lo emplearon haciendo tablas votivas, organizando bailes y canciones o programas de radio y televisión \\\\\\\[...\\\\\\\]. En todas estas actividades lo ayudó su mujer Guadalupe, \\\\\\\[a la\\\\\\\] que conoció en la costa y con quien ha vivido veinte años. Los dos forman una pareja nada común. Si Ramón es un campesino, un artesano, un músico y un aprendiz de cantador excepcional, Guadalupe borda, baila, canta y hace todo lo que se supone debe hacer una huichola. Ramón es un hombre delgado de brillantes ojos negros y de cara fina y maliciosa. Tiene esa mezcla de fanfarronería pueril y bufonesca, de codicia y despilfarro, de sensualidad y remordimiento, que caracteriza a los huicholes amestizados. “Medio maldito”, para emplear una expresión de Zingg (358). He modificado ligeramente la conjugación de los verbos, tratando de evitar su monotonía, y he introducido cierto orden en la sintaxis, porque de otra manera el texto sería ilegible. Sin embargo, creo haber conservado la fidelidad de la narración, tanto en su espíritu como en su forma, lo que no ha ocurrido con mis otras versiones, demasiado esquemáticas. Los cantos religiosos huicholes integran una vasta y  154 


































































































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