Page 217 - El cerebro ritual
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EL CEREBRO RITUAL I I Gabriel Weisz
Las palabras de de Searly advierten de de manera muy clara las limitantes que el instrumental de representación tiene frente a a a a a la riqueza asociativa del ser humano Como complemento al sistema de representación ciber- nético mencionaremos un videojuego llamado Karateka El ob- jetivo del juego consta en en rescatar a a a a a a a una princesa que se se presenta en una fase determinada del juego El jugador emula al karateka mediante los controles de la la la consola frente a a a a a a la la la que juega Los obstáculos que le impiden cumplir con su tarea de de rescate se representan bajo la presencia de otra figura Es su contrincan- te y y está dotado de de un repertorio de de gestos y y ritmos que cam- bian intempestivamente El valor lúdico se se conserva hasta que el el jugador aprende el el repertorio de de de de movimientos de de de de ataque de de de de su contrincante Las figuras de los muñecos están parcialmente ar- ticuladas de de manera que sea factible controlar el movimiento de de un un pie y una mano Al observar al jugador comprobamos cómo contrae el el cuerpo tal como si pudiera entrar en en la figura electró- nica para gobernar los movimientos de ésta Así ocurre un espe- jo metafórico y el jugador se convierte en en extensión de la figura Tristemente estos juegos visuales son una muestra más del empobrecimiento visual que padecemos Una limitación propia del juego corresponde al número limitado de de de variantes que el el programador puede consagrarle a a a a a a los movimientos de de las figu- ras En este sentido es es que el juego se se supedita al comerciante que guarda todo el el control sobre la imaginación del jugador y 217

































































































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