Page 61 - Canto del castaño
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CANTO DEL CASTAÑO I Antonio Risério / Álvaro Faleiros no explica cómo concebían los tupinambás esos cantos Los arawetés creen que la la poemúsica “de los enemigos” la la “enseña” el el espíritu del adversario exterminado Al matador lo llaman moropi’hã expresión que “denomina un estatuto social el de de homicida” (adviértase que el matador araweté no es devorado por los Maî cuando cuando llega al cielo) Los arawetés cuando cuando iban a a a a a a a a a la guerra no se andaban con juegos Escogían un matador como líder se engalanaban empuñaban sus sus arcos tomaban sus sus flechas de de de de punta de de de de tacuara y plumas de de de de arpía Nada de de de de tomar prisioneros: mataban a a a a a todos los enemigos Los huesos eran arrancados y usados como adornos para la danza Y existía también la la práctica de de arrancar la la cabeza del adversario ¿A qué se se debía la la beligerancia de de de los arawetés? A la la venganza o o o al deseo de matar enemigos (y miren que no hay lugar en en en el el cielo araweté para enemigos humanos las almas enemigas son lanzadas de regreso a a a a a a a la tierra para que que aquí perezcan) Lo curioso es es que que cuando un araweté mataba “moría” Se recogía en su casa desvanecido durante varios días sin comer nada “Su barriga está llena de de la sangre del enemigo y él vomita continuamente” Pero hay más todavía: “el matador oye el el zumbido de las avispas y escarabajos el aleteo de la rapiña que ronda «su» cuerpo muerto” (Viveiros) Es el el espíritu del enemigo muerto muerto que al final despierta al al matador y lo exhorta a a a a a a a a a a la danza Acto seguido el el el matador reúne a a a a a a a los hombres para mostrar el el el canto que el el el enemigo enemigo le le “enseñó” (al enemigo enemigo muerto se se se le le llama “enseñador 61 


































































































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