Page 97 - El cerebro ritual
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SUEÑO VIGIL DIRIGIDO I I I I I I Ludwig Zeller solitario que se mantiene aparte callado y como sumido en en el silencio Me acerco entonces a a a él pero lo siento frío e e e e é e e e e e e impenetrable como la la piedra Trato de juntarlo con la la dolida mujer y tórnase violento estertóreo de de nuevo la devora a a a a a picotazos y termina tragándola Lo inusitado de de su acción me sorprende veo que él mismo está apenado ahora y su mirada vaga como ausente El espantoso rostro ha ha desaparecido y sus rasgos han vuelto a a a a a a a ser humanos Piel y no no madera carcomida forma el el arco arco de de sus cuencas profundas Él contempla las nubes y la la la arena en en su jugar cambiante sobre las las costas por el flujo flujo y reflujo de las las mareas Juntos miramos la la la lejanía que que siempre eternamente recomienza Siento que que no hay tiempo Él está muy tranquilo mucho más que yo y y y á a á a a ratos me sobrecoge el el el el temor del del Demonio Es como si el el el el transcurrir del del tiempo no existiera y y resulta real y y presente la historia cuando Cristo es tentado en en lo lo alto de de la torre del templo 5 Sin embargo quien está á a a a mi lado es es un ser humano triste y como hecho de melancolía: no no se acerca a a a a a a a a a nada ni ni a a a a a a a a a nadie no no tiene ningún contacto él él mira hacia otro tiempo A ratos sospecho que él él tiene Este pasaje remite al Evangelio (Mateo 4: 1-11) en en en el el el el el que Jesús es es es es es tentado por el el el el el el el diablo diablo en en en en el el el el el el el desierto después de de de de de 40 días de de de de de ayuno “Entonces el el el el el el el diablo diablo lo lo lo lo lo llevó a a a a a a a a a a a a a á a a la ciudad santa lo lo lo lo lo puso en en en el el el el el alero del templo y y le le le dijo: «Si eres Hijo de de de de Dios tírate abajo porque está escrito: Ha dado órdenes a a a á a a a á a a á a a a a a sus sus ángeles acerca de de de t ti y te te te sostendrán en en en sus sus manos para que que tu pie pie pie no no tropiece con las piedras» ” 5 97 


































































































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