Page 79 - El cerebro ritual
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SUEÑO VIGIL DIRIGIDO I I I I I I Ludwig Zeller lo lo lejos es es sólo un un punto en el horizonte que desaparece para siempre Me vuelvo entonces hacia la mujer y y me doy cuenta de que que es es una joven de de pequeña estatura menudita y de de no más de un un metro cuarenta La tomo como a a a a a a un un niño bajo el brazo portándola á a a a a a a a a lo largo de de la la la la la playa y y la la la la la deposito entre risas sobre la la la la arena Caminamos a a a a a a a a a a a a la la la la orilla del agua y ella me muestra sus pies desnudos asomando desde sus coloridos vestidos llenos de de de de adornos y y en e en en un diseño extraño va peinada al centro y y tiene una alegría juguetona como los niños Sonriéndose me repite: “Ahora que que que se fue el barco tendrás que que que quedarte para siempre conmigo” Ve que me siento contento y se sienta a a a mi mi lado sobre la la arena cuando me acerco a a a a a a a a a ella hace un gesto como de abrir su traje para que que que le haga cariño a a a a a a a a a a lo que que que pareciera que que que se abre la corteza corteza de un un árbol Todo su traje es como una corteza corteza y apenas rozo con mis yemas sus senos y y parte de su su pecho —toda entera— tiende a a a a a a a a a transformarse en en en una cruz Estoy abrazado a a a a a a a a a una cruz a a a a a a a a un un madero tendido sobre la la playa He querido amar a a a a a a a a la la la bella mujer que habitaba esta isla pero me siento cogido en en esta cruz que significa algo enteramente distinto para mí: amarla es es es estar crucificado sobre un madero Me ha preocupado desde siempre la la idea de de un ser superior pero hay algo en la la condición femenina que que me me es encantadora y que que produce en en en mí una seducción irresistible Me siento en en esto como ante un dilema donde no puedo conciliar los opuestos 79