Page 78 - El cerebro ritual
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Serie Adugo biri I 20 por un pelo negro muy oscuro Le cuento entonces que muchas veces he pensado en en en un ser ser semejante con quien sería agradable compartir la la vida Ella para mi sorpresa contesta al instante que me venga a a a á a a a a a a a vivir acá ya que que a a a á a a a a a a a ella también le gustaría Se diría que que tácitamente hemos llegado á a a a a a a a un acuerdo esperado durante largo tiempo La mujer se levanta entonces y alzando una de de las paredes tejidas me me invita a a a a a a a a á a a salir y a a a a a a a a á a a sentarme junto con ella allá afuera en en el el jardín donde crece un olivo mostrándome el el árbol me me dice: “Esta será tu preocupación” Luego me conduce de la mano por entre los matorrales como quien conoce cada curva del camino bordeado de de árboles con hojas relucientes muy semejantes a á a a a a las pinturas de de los artistas primitivos las las imaginarias junglas del aduanero Rousseau Después de de de caminar por la la isla se detiene en en lo alto de de de un promontorio y me muestra el el barco en en el el que he venido —Tienes que elegir— me dice en en un tono solemne — — — entre seguir aquí conmigo o o o o cortar las amarras Es una condición me me doy cuenta para poderme quedar junto con ella Tomo entonces una rápida decisión y corro hacia el el tronco donde se encuentran los gruesos cordeles que sujetan el barco Hay un hacha cerca y y y tomándola a a a a a á a a a dos manos voy cortando con furia las amarras Veo entonces que el barco en en el el que he venido empieza a a a a a a a a derivar mar afuera su alto velamen se ha transformado nuevamente y ahora es de un color siena tostado en el que ha desaparecido toda blancura Lo diviso a a a a a a a a 78