Page 469 - El cerebro ritual
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EL CEREBRO RITUAL I I Gabriel Weisz
tiendo pastelitos fálicos: “Ferencsi [ ] demuestra la existencia de una ecuación simbólica: phallos = cuerpo Mejor aún un un [ ] estudio de Fenichel (47) precisa el el encuentro bien común en en en en en la mujer con [ese] fantasma [mental] donde ella es es el el pene de de su padre (objeto de de amor edípico) o o o o o bien de de su pareja sexual ese fantasma la la consuela de de su su propia carencia de de pene” (Devereux 1982: 115) En este escenario habrá de recordarse un contradiscurso a a a a a a a a a los conceptos freudianos pues toda mujer quedaría atrapada y condenada a a a a a un complejo masculino siempre deseando poseer un un pene (Brennan 1989) Por qué como alguna vez lo propu- so Irigaray no se construye un concepto contrario como la falta de de matriz y por ende una eterna envidia masculina que no llega a a a a a resolverse Los discursos dominantes anclan un imperialismo fálico sobre la constitución simbólica del cuerpo femenino se- guramente se siguen propagando prejuicios masculinos sobre el cuerpo cuerpo femenino Los cuerpos no no deben ser controlados por discursos que que “diseñan” el cuerpo femenino ya que que con todo es- tamos ante una serie de técnicas invasivas que buscan el control corporal Una peligrosa pintura somática que encierra a a a a á a a a los cuer- pos en un imaginario del poder poder Un poder poder que se levanta por encima del cuerpo individual de de cada mujer Resta decir que en el el conjunto de de de estos teatros del cuer- po se esconde una mitología bajo el el velo de de las perversiones Más aún diremos que el el teatro tiene un doble en en el el cuerpo erótico 469