Page 198 - El cerebro ritual
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Serie Adugo biri I 19
contrarlo el dios canta: “Quiero ir a a a a a a a a tu tu país para que cantes tus canciones” Una descripción de de de la danza del Jículi consignada por Lumholtz el antropólogo noruego que primero estudió a a los tarahumaras señala las las reglas rítmicas que tanto impresionaron a a a a Artaud En un un principio ninguna persona puede moverse en dirección opuesta a a a a a a los danzantes Intempestivamente un dan- zante emite un canto agudo que imita a a a a a a la voz del Jículi: “¡Jículi vava!” lo lo que significa: “¡Jículi allá lejos!” Por todo lo lo antes des- crito estas danzas quedan inscritas en en en en una ciencia del pensamien- to mágico pues existe en ellas un sistema preciso para integrarse a a a a a a a a a a a a a a la la naturaleza y también para sacralizarla en forma rítmica Resulta interesante que el término péyotl se pueda tra- ducir como “el resplandeciente” Hago notar este hecho en en rela- ción con el poderoso efecto de de alucinaciones visuales que tiene el peyote En este sentido la personificación y y sacralización de la la planta pudo gestarse en en el escenario interno de cada individuo alucinado Por la descripción que un misionero español realizó en Nayarit sabemos que los danzantes también emitían un canto disonante parecido al de de los danzantes del Jículi Estas semejan- zas pueden asociarse a a a a a a los efectos alucinógenos provocados por la mescalina del peyote en oído gusto y y tacto lo que implica es- tar expuestos a a a a a a á a un total abandono sensorial Más precisamente nos topamos con estructuras sensoriales sensoriales o o o o o o o lenguajes sensoriales sensoriales que conducen a a a a a a a a a una manera de de danzar y de de visualizar al al mundo 198

































































































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