Page 48 - Canto del castaño
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Serie Adugo biri I 8 favorecido por el azar de haber nacido en Maranhão Fue tal vez el primer “moderno” que tuvo ojos para Jurupari mito aborigen de la dominación masculina De ahí el valor también documental de de su obra Pero hay más Augusto de de Campos sensible al hecho de de que Sousândrade era un poeta muy interesado en en el lenguaje indígena me hizo la siguiente observación: con Tatuturema Sousândrade parece haber “pre-anunciado” e e e e e e incorporado â a a a a a a a su poesía la matriz del canto amerindio Y citó a a a a a a propósito estos versos: “Tejamos la la guirnalda / / A las cabezas de luna: / / Oac! Yacî-tatá!/ Tatá-yrá / / ¡Glorias de la carne cruda!” Bajo el signo de de Sousândrade entonces Fue con ojos sousandreanos que recorrí las páginas de de Viveiros de de Castro Y hay que decirlo de de inmediato: Araweté: los dioses caníbales es es es un libro rico atrevido compuesto sin temor al riesgo de la originalidad Debemos colocarlo en la la lista de de las grandes obras tupinológicas junto a a a a los estudios de Métraux y Florestan Fernandes Su tema es es la cosmología araweté sometida a a a a a a a a un examen descriptivo-interpretativo en en el que no faltan las excursiones comparativas hacia otros pueblos tupí-guaraníes Al discutir temas que van del concepto de de persona al al canibalismo divino (los arawetés creen que post mortem serán devorados por los los los dioses quienes después los los los resucitarán a á a a partir de de los los los huesos) lo que Viveiros desea es es es proponer una visión de de la metafísica araweté y para eso recorre la poemúsica tribal en cuya exposición nos concentraremos más adelante Estamos 48 


































































































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