Page 120 - El cerebro ritual
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Serie Adugo biri I 20 Me encuentro en en en en un gran macizo de árboles en en en en el cual a a á a a lo lejos se ve el mar colores que fulguran en todas las cosas como invadidas por el sol ¡Qué sensación tan plácida puede ser ésta! La luz viene de de de dentro de de de las cosas El paisaje así resulta muy colorido y como en franjas de color color bajando hacia el mar Son etapas distintas de de un un quieto paraíso la belleza serena de de un un sueño eterno Decido entonces mirar mejor el lugar Cuando me me acerco las pequeñas plantas se se mueven un poco como meciéndose pueden ser álamos tilos u u u otros árboles A su lado veo semillas de de unos cinco centímetros duras compuestas de diferentes partes iluminadas por ellas mismas ¿Llevaré una de estas semillas conmigo? Ante la la duda prefiero enterrarlas ya que que pienso que que darán flores y y al instante las las veo florecer: son amarillas y y rojas rayitos de sol creo que que se llaman y y contrastan por lo vivo que que llevan en sí con los paisajes muertos que he atravesado Corto algunas flores y y las las pongo debajo de de mi festón voy a a a a a a a a llevarlas a a a a a a a a casa voy a a a a a volver por el mismo camino Este ramo que llevo es un amuleto ante el cual los jóvenes danzarines nada podrán hacer uno podría sembrando estas flores cambiar el el rostro del mundo Le regalaré algunas a a a a a a a a a a a Wera que es tan rígida en sus ideas y llamaré al desconocido del teléfono para decirle: ¡Tengo flores mágicas conmigo! y y él no podrá responder ya que las flores son eternas y brotan a a a a a millares igual que los números pueden ser cualquier número Es en en en esa esencia de de lo vivo en en en donde anida la seguridad 120 


































































































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