Page 113 - El cerebro ritual
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SUEÑO VIGIL DIRIGIDO I I I I I I Ludwig Zeller ¿No crees tú —pregunto a a a a a Wera que camina embebida por sus propios pensamientos— que este hotel es es un cementerio? No sé cómo hemos llegado a a a este lugar pero me temo que de buscar las plantas daríamos con nuestras propias tumbas Wera está muda pero sus gestos son elocuentes: entre sorprendida y aterrada mira una casa que está frente a a a a a a a á a a a a nosotros Yo no no la había visto antes Sus muros de de madera han soportado muchas lluvias y y la la la pintura descascarada revela el el abandono y y la la la ruina de de sus moradores Sobresaliendo del frontis sobre un un ancho zócalo un un ventanal sirve de de acceso al al edificio del que que solo veo una pequeña sala de de de recibo construida en estilo de de de principios de de de siglo Los vidrios de colores están empañados impidiendo que la luz ya de por sí bastante escasa penetre al interior en en en penumbra La quietud del lugar el el silencio expectante comunican la sensación de un peligro inminente: pareciera que nos esperan solo a a a a nosotros ¿Qué se hicieron los los pájaros? Ellos no vuelan sobre este cementerio Estoy indeciso de de entrar o o o o o o o no al lugar todo me me dice que que que algo acecha en el el fondo de de aquella casa que que que no debo avanzar ¿Por qué no volvemos? insiste Wera Pero ya es es tarde Alguien escondido en en en la penumbra ha abierto la la la puerta desde adentro y la la la campanilla del teléfono chirría chirría y chirría chirría invadiendo con estrépito todo el silencio Desde el auricular descolgado se escucha la la la voz gutural de de una llamada 113