Page 126 - El oído chamánico
P. 126

Serie Adugo biri I 9   P l u m a en mi sangre P l u m a que apuñala la cruz P l u m a que saluda la mayúscula del Nierika Como en los fantasmagóricos ritos tarahumaras descritos por Artaud, ese “teatro de la crueldad” pone a bailar los órganos en una danza que recompone al cuerpo y fabrica otro “cuerpo sin órganos” (Artaud, 1964). Pero no sin violencia. Pues “no hay que creer”, como señala Patrick Quillier, “que el oído chamánico \\\\\\\[...\\\\\\\] esté desprovisto de violencia”: Triturar sus órganos en el mortero del universo exige una energía que no se expresa sin salvajismo. También la experiencia peyótica propiamente dicha trae a escena esa violencia insistentemente. La audición (y con ella el ejercicio de los otros sentidos) perfora a menudo literalmente el cuerpo, hasta los huesos, como si la conducción ósea, tan importante en la escucha habitual, se amplificara hasta el suplicio \\\\\\\[...\\\\\\\]. Todo el aparato óseo es sometido aquí a una ruda prueba \\\\\\\[...\\\\\\\]. El sufrimiento inducido 126 


































































































   124   125   126   127   128