El baile de la Guzmana
El baile de la Guzmana
[La viuda Juana Antonia Niño fue a contarle al comisario del Santo Oficio de San Miguel el grande que en la cuaresma de 1741:]
Estando en su cassa en dicha Villa, le oió decir a Francisco Xavier de León, que vive en la hacienda de la Petaca, como quatro leguas distantes de esta villa, que le contó por cierto un mozo bermejo, colorado y robust[o], a quien le comienza a apuntar el bozo, el que no sabe cómo se llama, pero sí sabe que vive en un paraje de estos alrrededores llamado Las Chamaqueras, a quien sí conoce dicho Francisco Xavier León, y a este le contó dicho mozo que haviendo ido en compañía de uno de los Correas (que vive en la labor de el padre don Hypólito de Aguado) en cassa de las Guzmanas, junto a las Lucías, en donde vive María Guzmana, loba, casada con un yndio blanco llamado Cayetano, alló dicho bermejo y su compañero Correa (quién lo llevó) a esta dicha María Guzmana con otra muger que la acompañaba el día jueves santo en la tarde; y metiéndolos adentro de su cassa, cerraron la puerta y comenzaron las dos a bailar, con tal encanto y arte de el Demonio que, siendo ellas solo dos, se les hicieron diez mugeres, las que en cueros, su modo de baylar era pegar los pies en las vigas y dar brincos por todo el quarto, de lo que quedó atemorizado dicho bermejo, durando dicho baile hasta como las quatro de la tarde, haviendo comenzado como después del medio día.
(AHCM, Inquisición, caja 1235, exp. 17, fol. 3r).