María Josepha de la Encarnación

Su amo, Francisco Javier de Ibarrola la había depositado en las recogidas acusada de robo.

Antes de ser acusada por su amo, la esclava tuvo otros amos de los que logró escapar dándoles polvos de calavera en la comida. Se le acusó de rezar la oración del Justo juez que servía para todo y decir que era una lástima que estuviera prohibida. Se untaba sangre de pollo para tener fuerzas y brío. .

Ella niega todas las acusaciones y caso se archiva por falta de pruebas.


Expedientes relacionados con el acusados:
María Josepha de la Encarnación

  • (Id: 36) Velas, untura de sangre de pollo y oración del Justo Juez, Signatura: 1240, exp. 80