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Este repositorio tiene el objetivo de concentrar, de manera ordenada y sistemática, los resultados de la documentación en campo de
materiales orales en todas las lenguas habladas en México: no sólo el español y las lenguas que hablan los pueblos indígenas, sino también una serie abundante de
lenguas que se hablan en el mismo territorio como resultado de distintas migraciones. Su propósito es permitir la consulta de esos materiales no sólo a especialistas
de diversas disciplinas, sino también a las distintas comunidades en las que se documentaron.
El archivo de materiales sonoros, videográficos y textuales al que se puede acceder desde esta plataforma electrónica se ha construido colectivamente.
Reúne el trabajo de muchos documentadores que, por diversos motivos, se han encargado en distintos momentos de la historia de registrar las narraciones,
los cantos, los gestos y la memoria hablada de las personas en México. Pero también es una construcción colectiva porque sin todas esas voces y todas esas
personas este material no existiría.
Fragmentos aleatorios de Actos Comunicativos
del acto comunicativo: Entrevista a Rutilia Martínez Álvarez 7/6/2018
Rutilia Álvarez Martínez
del acto comunicativo: "Nos gusta que la gente se alegre"
LAURA: Muy bien, ¿y tocan algún otro instrumento?
MARCO: Pues el único que toca más instrumentos soy yo, yo toco el tololoche, toco el chelo, toco la guitarra [sí].
LAURA: ¿Y de qué licenciatura son cada uno?
YADIRA: Yo soy de la Facultad de Psicología de la Michoacana.
MARTA: De la Facultad de Químico Farmacobiólogo.
MARCO: Yo estuve en la Escuela Popular de Bellas Artes.
OLIVIA: Yo estudio en la Facultad de Biología [vale].
CAMILA: Y bueno, nos decías que era pre…, o sea, que te gustaba más como que las mujeres representaran la música popular, ¿no?, y ¿por qué, bueno, ustedes que son las mujeres, qué piensan de, de esta situación, o sea, de que ustedes representen esta música?
YADIRA: Pues, para nosotros es importante, pues, promover la música popu…, tradicional de Michoacán, porque pues la mayoría, ahorita, de jóvenes no le dan como la, el valor que tiene o, o ha…, o ha…, hay veces ya, este, la ignoran, ¿no?, prefieren otros tipos de música, cuando pues es muy importante que se promueva la música tradicional de nuestro, de Michoacán, y, este, y pues nosotros, a nosotros nos gusta, y pues, principalmente, promovemos las, la cultura [risas].
OLIVIA: Bueno, el papel de la mujer en la música, sobre todo en la tradicional, es muy importante, ya que, este, bueno, antes nos se tomaba en cuenta, ni siquiera para, este, para cantar, ¿no? Este, ora sí que está en la moda, pues, el feminismo pues, pero no es por eso, sino que simplemente llama mucho la atención, en mi parte, ora sí que sin querer me gustó mucho, este, tocar este instrumento que casi nadie lo toca, ¿verdad?, y sobre todo mujeres. Pero, este, yo creo que dar ese, eh, dar ese apoyo, este, él es mi maestro, ¿no?, y entonces, este, dar ese apoyo, este, que, que le dan a la mujer, pues para mí ha sido muy, muy emocionante y espero que más mujeres se animen a, a tocar esta música, a parte, es hermosa.
MARTA: Pues, más que nada, también como dice mi compañera, para motivar a las mujeres, para que no se pierda esta música tradicional, purépecha, y pues que, también para que las personas, este, bailen, se motiven al, al momento de salir aquí a las calles, a dar a conocer esta música.
Evaristo Corona Luna
Emanuel Moreno Muñoz
Iván: Y fíjate hay otra historia de, de que, cuando se van de cacería, compadre [mjm]. Se fueron de cacería mis primos, los hijos de Macario. [mjm] Ve que están de ahí para el cerro el sesenta y uno para allá [sí, sí, sí], pero dicen que siempre se les aparecen las brujas a los que andan de enamorados [ajá, sí] [risas]. Entones, dice que acababan de tener sus noviecitas y que —ámonos de cacería—, ahí van de cacería, compadre. Y se escucha a los conejos cuando chillan [mjm] y escuchaban chillar a los conejos —ahí van los conejos, ahí van los conejos— y ahí van caminando, caminando, caminando, cuando se dieron cuenta ya estaban para caerse de la barranca. Dicen que las brujas te engañan para tumbarte a la barranca.
Emanuel: ¿sí? [si] Por es que como dices que sí, por eso.
Alfonso: Le digo a Emanuel y a mi esposa, a tu comadre, que a mi papá y a un, a un compadre ps andaban de tomadores y enamoradillos, andaban en Macua y ya, ya, don Mingo era una persona, era muy reservado, pero con mi papá jalaba. Y ya mi papa le decía:
— Ya vámonos compadrito.
— Ahorita compadre que estamos con lo de la banda y quien sabe qué.
— Órale.
Entonces dice mi papá que ya vienen en su caballo cada quien, a la una, dos de la mañana, dice que en la fiesta de septiembre un mendigo aguacero, dice mi papa que nomas, que nomas, que nomas se veían entre ellos y venían cerquitas. Pasando la, la cerca, de ahí de la colonia de Macua, del primer puente, dice mi papá que se levantó como una lumbre así entre el río y ya venían borrachos y ya venían groseros y ya dice que don Mingo le decía:
—¿Vistes eso, pinche madre, que se levantó ahí, compadrito?
—Sí, compadre—dice— alguien prendió lumbre— dice.
Mi papá fíjate entre sus borracheras y ahí vienen. Y entonces dice mi papá que, en vez de ir, de venirse para para ca, Carranza se los lleva la bruja para allá para Los Órganos, tu comadre sí conoce bien Los Órganos y Emanuel. Los baja y dice mi papa:
—Se nos hizo muy rápido que llegamos—[risas]—pensando que habíamos llegado a Carranza, ya, ya no estábamos en los caballos— dice— cada quien tábamos en la orilla de la barranca, así en un tronco sentados sin, sin pantalones, en puros calzones y la camisa [no manches].
Y dice mi papá que ahí les amaneció. No, dice, mi compadre Mingo no se la acababa con mi comadre Luchita era muy católica, dice:
—Tú nunca faltas a la casa.
Y ya le contaron la historia y doña Lucha no se la creía:
—No compadrito, discúlpeme usted, pero se me hace que se fueron de cabrones.
—No comadrita, cómo cree, no, cómo cree, no.
Pero dice mi papá que así fue, que la bruja como dice el compadre te lleva, yo creo que te hipnotiza, fíjate los bajó del caballo y no se dieron cuenta, y los mendigos caballos atrás de ellos parados [risas], ensillados.
Iván: Bueno, acá, en, el, los, este, los hijos del Maca, dice, ahí en el 61 y aparecieron hasta allá hasta en la barranca [sí] de San Idelfonso.
Alfonso: Y está lejos [está lejos].
Iván: Tienes que pasar la barranca.
Alfonso: Y subir.
Berenice: ¿Qué tiene aquí?
Anastasio: Me operaron, bueno, lo que tengo pues son las várices. Y yo, que este, le digo a una señora que me agarró enfermedad de mujer [risas]. Me dice el médico:
--Tiene várices.
Le digo:
--Te vas pal cabrón, si no soy mujer.
--¿Usted cree que nada más las mujeres?
--Pus sí.
Dante: ¿Áhi trabajó entonces su papá, allá en la hacienda de Chinameca?
Anastasio: Sí, en la hacienda de Chinameca, desde los cimientos.
Dante: ¿Áhi trabajaba Neri?, ¿no?, ¿también en los hornos, en las calderas?
Anastasio: Ajá.
Dante: Áhi trabajaba Neri.
Anastasio: Felipe Neri. Ese se puso sordo porque le aventó una, le aventaron una granada al guacho y tenía la mecha grande, no tronó. Entonces, alcanza a agarrar el guacho, se la regresa, y le truena aquí [tsss]. Quedó sordo pa siempre, sordo sordo. Nomás así, pero jue valiente porque dicen que lo respetaban los generales [mjm].