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Este repositorio tiene el objetivo de concentrar, de manera ordenada y sistemática, los resultados de la documentación en campo de
materiales orales en todas las lenguas habladas en México: no sólo el español y las lenguas que hablan los pueblos indígenas, sino también una serie abundante de
lenguas que se hablan en el mismo territorio como resultado de distintas migraciones. Su propósito es permitir la consulta de esos materiales no sólo a especialistas
de diversas disciplinas, sino también a las distintas comunidades en las que se documentaron.
El archivo de materiales sonoros, videográficos y textuales al que se puede acceder desde esta plataforma electrónica se ha construido colectivamente.
Reúne el trabajo de muchos documentadores que, por diversos motivos, se han encargado en distintos momentos de la historia de registrar las narraciones,
los cantos, los gestos y la memoria hablada de las personas en México. Pero también es una construcción colectiva porque sin todas esas voces y todas esas
personas este material no existiría.
Fragmentos aleatorios de Actos Comunicativos
Tony Silva
LAURA: ¿No tiene problema con que utilicemos esto para el documental? Ya ahí luego le avisamos.
TONY: Mm, a ver, a ver, ¿cómo?
LAURA: El documental, pues vamos a seleccionar parte de su entrevista o de usted cantando y lo vamos a juntar con todos los demás músicos que ya estamos grabando.
TONY: Ah.
VÍCTOR: Es un documental sin fines de lucro, es meramente universitario, un proyecto...
TONY: Ah.
LAURA: ¿Sí?
TONY: Sí, no, pienso que no habría problema [risas] [no], luego me regañan
VÍCTOR: No, claro que no, y lo mantendremos informado de cuando salga.
LAURA: Sí, para cuando salga, después vaya a verlo y…
TONY: Ah, okey.
LAURA: ¿Sí?
TONY: Sí. Y también se tiene planeado como después grabar un disco con todos los músicos.
TONY: De hecho, sí, sí quiero grabar....
del acto comunicativo: Entrevista a Gustavo González Medina
del acto comunicativo: "La música siempre, siempre estuvo allí para aliviarme"
César Hernández Elizondo
LAURA: Bueno, yo nada más, este, quería cerrar con, ahora que pues ya quieres empezar a dar clases [CÉSAR: okey], pues, o sea, ¿cuáles son tus planes, qué buscas transmitirle a [CÉSAR: ya] a esas personas que lleguen contigo?
CÉSAR: Bueno, eso de, ya el hecho de dar clases ya lo había, lo había hecho en, en años pasados, recuerdo que, bueno, ahora que lo mencionas, cuando estaba estudiando la carrera de sicología, pues yo tenía que, de alguna manera, tenía que ver de dónde sacaba feria, ¿no?, porque pues no, o sea, mi familia, por fortuna o por desgracia no, no me, no me podía apoyar sí como, como con mucho, ¿no?, o sea, sí me, mi jefa aportaba con algo, pero no siempre, y sí tenía yo que, que salir a buscarle, ¿no?. Ah, así, estuve un rato en el INJUVE, que es así como un instituto de gobierno ahí en el DF, y te dan una credencial del metro, pa que no pagues el metro, ¿no?, y te dan una feria al mes [risa], y esa como que me estuvo ahí medio alivianando, ¿no?, y así. Y me puse a dar clases de guitarra así, buscaba casas de cultura, buscaba así, lugarcillos, y ya, me iba y me ofrecía, le decía: “No, pus yo traigo un taller de guitarra, ¿no?, ¿se puede o no se puede?”, no, pus que sí, y en varios sí me dieron el, me dieron el chance. Y sí, pus de pronto tenía, sí tenía varios alumnos. Y era padre también, por una parte es una, pus es una experiencia, eh, o sea, el hecho de, de no quedarte con los brazos cruzados, ¿no?, por ese entonces yo todavía no me salía a la calle, o sea, yo ni lo había considerado, tal vez sí, pero no, no era así como que, yo, yo no, en ese momento yo no lo consideraba como algo viable, ¿no?, o como rentable o algo a lo que yo me pudiera dedicar, que ya de morrillo me había salido, recuerdo iba en la primaria, fue, recién apre... acababa de aprenderme así, unas canciones en la guitarra, y había un wey que iba, él era un poco mayor que yo y él ya iba en la secundaria, y él decía que cantaba [risa], cantaba bien gacho, pero, pero él decía:
--No wey, vámonos a cantar a los camiones.
Pus yo estaba más chavillo que él, y me convenció, le digo:
--Pus va, vámonos.
¿No? Y yo me acuerdo que traía una guitarra así, bien culera y hasta le faltaba una cuerda. Así, pus ya como que áhi medio la afiné, y nos trepábamos así, a los camiones ahí cerca del barrio, y ya, nos aventábamos dos canciones y ya, le pásabamos y, y fue así como que la, la primera experiencia así, de, de trabajo, así de, de campo, ¿no?, en la calle [risa]. Y este, y estuvo cagado eso, y lue…, eso lo hice como dos o tres veces nada más, o sea, ya me, no, me olvidé de eso, porque sí era una chinga, ¿no?, o sea, sí nos daban, pero pus más por, como por lástima, ¿no?, o no sé, wey, la neta no sé. Pus nos veían ahí, este, pus chavillos, ¿no?, y, y tocando feo y ese wey cantando feo y, y, pero pus decían: “Bueno, pus, preferible, ¿no?, a que anden haciendo otras cosas”. Pero sí eran chingas porque era: bájate de un camión, camínale, súbete, y otra vez, y así, ¿no?, y luego los camiones así, hasta la madre y, y pus también de pronto no era tan cómodo ir ahí, sí. Pero esa fue así como, pero igual ya desde entonces estaba destinado a [risas], a andar en esta onda, ¿no? Porque también hubo un tiempo que me aventé a tocar así, anda con, en, en, en, en el metro, con bandilla de ahí. Así, pus, conocí a unas, unos cuates que, una chava y un chavo que traían yembés así, africanos, percusiones, y yo con la guitarra, y nos subíamos al metro a, a tocar y a cantar. Y sí, nos aventamos un buen rato haciendo eso, pero ya, la mafia de ahí, porque es una mafia, ¿no?, o sea de, que, pus ora sí que si quieres tocar ahí, tienes que pagar una cuota, semanal, y es un ambiente muy, muy gacho, la neta sí. Yo no, bueno, yo no, al principio sí te hayas, porque pus la novedad, ¿no?, de decir: “Eh, a huevo, ando taloneando y aquí andamos”, ¿no?, “ cotorreando”, pero ya al, o sea, te empiezas a impregnar de, de la vibra así, de, de los comerciantes, por, por, básicamente ahí son comerciantes, ¿no?, que an…, se suben, los bocineros que traen acá, los discos de reguetón y de toda la música, pus de pronto tú estabas tocando y les vale verga y pasan, ¿no?, y pus te echan a perder el trabajo y, sí, no, ahí no hay como que mucho, mucha consideración por, por los músicos, ¿no? Y aparte también la policía, o sea, tal vez hace unos años todavía era un poco más libre y no había tanta persecución, pero de un tiempo para acá, pues ya el, está súper vigilado y, y donde te vean, pues te llevan remit…, te remiten, ¿no?, y la pa…, a que pagues tu multa o, o, o te quedas unas horas guardado. Nunca, bueno, en el metro nunca me to…, sí me tocó que me bajaran, pero nunca me llevaron, así como que, pus es la: “si te vuelvo a ver, vas pa atrás”, ¿no? Pero pues sí, no, eh, esa experiencia pus estuvo chida por un, por ratos, ¿no? Había momentos en los que sí no había vigilancia y, o yo ya iba de, ya a ciertas horas en la noche, donde ya casi no había, este, vigilancia y pues ya como que chambeabas más tranquilo. Y ya, des…, después de eso fue que, que me salí a la calle, a la, ah, así ya yo ya había dejado, este, había estado dando clases, había estado dando clases así, en casas de cultura, pero no, no, o sea, sí me gustaba el hecho de dar clases, pero también me daba cuenta de que muchas de las personas que llegaban allí, o sea, de los chavitos, pus iban más, más forzados, ¿no?, o sea, por sus, o sea, era ahí como una guardería, dos horas, en los que yo los cuidaba, ¿no? Ya llegaban las, las mamás, me los dejaban ahí, y ya, se pintaban de colores [risas], re…, regresaban dos horas después, y pus el morro o los morrillos, pus, um, pus no, no era lo suyo, pues no ve, no, no tenían interés en tocar. Pus yo la verdad no sé, o sea, me considero un buen maestro, ¿no?, o sea, porque, eh, he enseñado a varios, o sea, y, y, y, pero pues por lo mismo de que ellos traen interés, pues avanzan y tocan, al final. Pero sí, o sea, a mí me to…, gusta trabajar así ya, con adultos, o sea, jóvenes ya o, o adultos, ya que, que sepan más o menos que, que le tienen que, que practicar, ¿no? Luego también, o sea, tenía niños así, de preescolar, ¿no?, así de cuatro años, cinco años, y pus es, es, si era más como de guardería ahí, la cosa [risas], los llevaban con sus guitarritas chiquitas, ¿no?, pero, pues la verdad, o sea, un instrumento debe tener ciertas características para, para que se pueda tocar, y pues no, iban, le compraban ahí cualquier chingadera, y pues no, o sea, imagínate un niño de cinco años con unas manitas chiquitas y le dis…, una guitarra con un brazo así, bien gordo, ¿no? Pues no, el niño no, no, no, no, por más, al contrario, ¿no?, yo creo terminaban así como de “ah” [risas]. Y pues no sé, ya horita con todo el aprendizaje de, pus ya, de, de tantos años, ¿no?, en, en, en la música, y aferrado a esta onda, pues creo que sí, pus ya tengo como un, una espe…, pus un panorama un poco más amplio, ¿no? y digamos, si me llega una persona a estas alturas, que nos sabe nada, pus yo ya sé por dónde guiarlo, ¿no?, y, y ya, dependerá de la persona si, hasta donde lo quiera llevar, ¿no? Yo soy de la idea de que el mayor aprendizaje que puedes, que puedes tener en la vida es el que tú mismo te, te proporcionas, ¿no?, o sea, la, la cuestión a la que tú le pones todo tu empeño, todo tu interés, y sin que nadie te lo enseñe, ¿no?, o sea, tú te lo enseñas y tú lo desarrollas y tú ves la manera de, de llevarlo, ¿no?, y de solventarlo, y que, y que lo lleves a un buen nivel, ¿no? Inde…, independientemente si te lo reconocen o no, pero, pus yo pienso que esa es la, como el aprendizaje más, más sólido, ¿no?, y más significativo también, que te puedes dar.
del acto comunicativo: Entrevista a Paulina Nicolás Vargas
Paulina Nicolás Vargas
Angelina Hernández Flores
Daniel Estrada Hernández
DANIEL: ¿Entonces de cuándo a cuándo eran las, las fechas, así, de la siembra?
ANGELINA: La, la siembra [aja], eh, no recuerdo a bien, pero por ejemplo la del, la del riego [ajá], sí, este en lo que era abril, abril andaban, este, regando, este, más o menos como en principios de mayo estaban sembrando y, y en… en noviembre `mjm], eh, cosechaban [mmm]. Y en, este, y las de, las de riego, eh, no, las de, este, el temporal [temporal], temporal, esas se, se trabajaba la tierra desde enero [mjm], sí, y se dejaba asolear la tierra para que agarrara fuerza otra vez, este, y, y en las primeras lluvias que caían, este, en mayo [mjm], eh, luego luego se sembraba, aunque, haz de cuenta que llovía ahorita y, y al día siguiente se empezaba a sembrar. Pasaban días otra vez de sequía, este, pero aquello ya le había servido porque el calor de la tierra y la humedad hacía que pronto brotara la [la planta], la planta, ajá. Entonces se mantenía con aquella poca humedad que tenía la, la tierra y, y de ahí ya empezaba con el rocío o alguna llovizna, una que otra, ya venían las lluvias [mjm] y, y esto se recogía en diciembre, así era.
DANIEL: ¿Las lluvias era una fecha, se, se guiaban por fechas o que?
ANGELINA: Mmm, eh, normal, normalmente las lluvias, este, empezaban en mayo [mjm], mayo, si se atrasaba hasta junio, aja, este, y ya de ahí era hasta septiembre también, mjm.
DANIEL: ¿Era por las fechas de San Juan, por ejemplo, que…?
ANGELINA: Sí.
DANIEL: ¿Qué otra era?
ANGELINA: Mmm, pues de, de hecho, no, no recuerdo así en fechas, verdad [mjm], pero el día de San Juan es muy reconocido porque ese día es de agua [mjm] en abundancia, ajá, este, igual sacaban a San Isidro Labrador [mmm] a hacerle misas en el campo para pedirle la lluvia cuando se agotaba, que ya es una tradición de hacerle la, la misa [la misa], sí. Pero iniciaba así porque, aunque no lloviera sacarlo y hacerle un recorrido para pedirle el, la lluvia [ah], mjm. Eso es.
DANIEL: Es por eso que ahí se bendicen también los tractores.
ANGELINA: Si, los tractores y los animales de cultivo [sí, o key].
Salud Padilla Saucedo
00:00
BERENICE: ¿Nos puede decir su nombre, su edad y el lugar de donde es originaria?, por
favor.
SALUD: Este, mi nombre es Salud Padilla Saucedo. Soy de Zirahuén, municipio de Salvador
Escalante.
BERENICE: ¿Y su edad?
SALUD: Y mi edad, tengo… sesenta y ocho años. Nací en 1945.
BERENICE: ¿Nació aquí en Zirahuén en 1945?
SALUD: Sí, nací aquí.
BERENICE: ¿Sus papás también son de Zirahuén?
SALUD: Sí, también.
BERENICE: ¿Sus abuelos, o sea, ya es una larga tradición?
SALUD: Abuelas, abuelos todos son nacidos de aquí. De aquí era mi señor.
BERENICE: Oiga, ¿su papá a qué se dedicaba?
SALUD: Este, mi papá se ayudaba a comerciante, a comerciante o, pus sí a salir a vender,
este, fruta.
BERENICE: Fruta. ¿Y a usted también le gusta el comercio?
SALUD: Tingambato, a Morelia. Y pus a mí también [ajá]. Después de que él comerciaba,
pues él le gustaba ir… para los gastos de la casa, y yo pa gastos para mí, porque a mí
mucho me gustaba entrevenir en el templo de la acción católica [ajá]. Y ya yo por el medio
de no pedir, pus yo llevaba mi fruta aparte para yo dar, este, las cooperaciones que me
tocaban [mjm]. Por eso, sobre de eso me fui yo al comercio y áhi sigo.
BERENICE: Porque usted es de las primeras, de las fundadoras de este lugar, del puer…
SALUD: Del muelle.
BERENICE: Del muelle, ¿no?
SALUD: Aquí, sí. Tengo como treinta, como treinta y ocho años que empecé a vender aquí
en el muelle [ajá].
BERENICE: ¿Y qué vendía, de todo o algo en particular?
SALUD: Aquí, desde, cuando yo empecé yo vendía corundas.
BERENICE: Corundas.
SALUD: Que son los tamalitos de ceniza [ajá], mi ollita de crema, mi molcajete de salsa y
algunos refresquitos y ahí empecé [ajá]. Luego ya venían autobuses, venían estudiantes
para acá, y me hacía, este, me traía fruta, me traía, a mis hijas las mandaba pus canastitas de
duraznos, canastitas de pera y vender con los autobuses.
del acto comunicativo: Entrevista a Angelina Hernández Flores
Angelina Hernández Flores
Daniel Estrada Hernández
del acto comunicativo: Entrevista a Gustavo González Medina
Georgina: ¿Siempre es el mismo libreto en cada representación?
Gustavo: Se, nada más se cambian las fechas, las fechas del, de, del año. Eh, porque las pas…, la pastorela empieza diciendo:
—Vamos pastores a pasar la Navidad del año nuevo dos mil diciocho.
Tons pal próximo año ya se cambia eso y ya. Son modificaciones nada más que se le van haciendo, pero muy pocas.
Georgina: Todo lo demás...
Gustavo: Todo lo demás es igual.
Diego: ¿Los diálogos quedan igual?
Gustavo: Los diálogos quedan igual. Todo queda igual.