Page 12 - El cerebro ritual
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Serie Adugo biri I 20 ramas y palabras nos presentamos tímidamente agradeciendo a a a a a a a a a a Susana Wald la gentileza de recibirnos en en su casa a1 Lo primero que hizo al entrar fue mostrarnos una fotografía de un llano arrasado tomada hace veinte años Dijo que que así era el predio cuando lo adquirieron y que que desde entonces habían plantado más de mil árboles que la la casa en su totalidad la la la construyeron juntos ella y y Zeller Después nos encaminó a a a a a la la la sala donde los tres nos distribuimos entre sillas y sillones ¿Qué hacen aquí? preguntó con despreocupada franqueza De nuestros balbuceos afortunadamente poco recordamos Entonces se mostró comprensiva y habló sobre Zeller a a propósito del interés que mediante correos electrónicos habíamos manifestado por su obra Nos sorprendió la manera en en en la la que se refería al poeta a a a a a a a a a quien llamaba únicamente por su primer apellido como desde cierta distancia profesional Zeller ya no habla Está mal casi mudo dijo después con pesar y ternura En algún momento comentamos algo acerca de la poesía de su esposo instante en el cual aclaró que no estaban casados que que era Susana Susana Wald y no Susana Susana Zeller aunque ultimadamente ella era la la memoria de una vida vida que él olvidaba un un poco más cada día Después Susana Wald habló sobre los mensajeros la importancia del emisario y agradeció el el encargo de de de libros que Enrique Flores había mandado ¿Pero dónde estaba Zeller? ¿Qué 12 


































































































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